Tras años de dificultades legales, se abrió el primer banco de alimentos en Chile, un sistema que evita que las empresas boten sus productos y ayuden a millones de necesitados. Toneladas y toneladas de comida quemada. Día tras día. La burocracia chilena obligaba a incinerar los alimentos que no pudieran ser comercializados, debido a la […]
Hasta hace unos meses, en Chile se quemaban toneladas de comida perfectamente consumibles. Esto hasta que al empresario Carlos Ingham se le cruzó entre ceja y ceja instalar el primer banco de comida en el país, siguiendo el modelo que se usa en todo el mundo, para evitar que nuestra comida se siga haciendo humo.
Siete años de trabajo y hasta un cambio en la normativa tributaria debió esperar esta iniciativa que funciona desde hace años en 50 países.
El Servicio de Impuestos Internos (SII) autorizó a las empresas elaboradoras, importadoras, distribuidoras y comercializadoras de alimentos a entregar estos productos a organizaciones sin fines de lucro, cuando estos bienes salen de la cadena de comercialización, ya sea por mal embalaje, envases dañados o por proximidad a la fecha de vencimiento.
Hasta ayer, las empresas que donaban alimentos aptos para el consumo pero no comercializables -porque estaban mal rotulados, con envases defectuosos o próximos a su vencimiento- se exponían a recibir una multa de un 35% sobre lo entregado por infringir una norma tributaria que lo consideraba un retiro de utilidades. Éste era el principal obstáculo […]
Los bancos de alimentos existen en más de 25 países. Sólo en EE.UU, hay 200, que anualmente recolectan un millón de toneladas de productos que distribuyen entre fundaciones de caridad. Hoy, frente a la crisis alimenticia mundial, la idea de armar una de estas instituciones en Chile cobra más fuerza. Sin embargo, la ley aquí […]